Nuevos instrumentos,ruidos y técnicas extendidas

Uno de los primeros ejemplos de técnicas extendidas en cualquier instrumento es el sonido que Héctor Berlioz inventó en el quinto movimiento de su Sinfonía Fantástica para representar los esqueletos bailarines del aquelarre. Esta técnica, conocida como col legno, consiste en golpear o frotar las cuerdas de los violines con la madera del arco y no con las cerdas. Otras técnicas incluyen frotar las cuerdas en distintas partes del instrumento o golpear el cuerpo del instrumento con la mano, el arco u otros objetos. En todos los instrumentos de cuerda se pueden tocar varias cuerdas al mismo tiempo –una técnica llamada dobles, triples, o cuádruples cuerdas– para producir acordes. Por otro lado, se pueden producir sonidos de mayor altura que el sonido normal empleando los armónicos, que se consiguen al tocar levemente la cuerda a fin de producir un nodo de vibración adicional.

Para los instrumentos de viento se han desarrollado sordinas, objetos de materiales como madera, metal o caucho que transforman o interrumpen el flujo de aire que sale del instrumento y, en consecuencia, su sonido. También es posible alterar la presión con la que se sopla el instrumento y producir sonidos distorsionados o alterarlo en donde se puede escuchar el flujo de aire directamente. Con esta técnica, la posibilidad de producir multifónicos, es decir, obtener dos o incluso tres notas diferentes simultáneamente con el mismo instrumento, es plausible. Esta técnica se puede combinar también con sonidos producidos por la garganta del instrumentista, como si cantara a través del instrumento. Otras técnicas incluyen cerrar las llaves con fuerza para hacerlas resonar o emplear partes individuales de cada instrumento y soplar o golpearlas para producir sonidos particulares.

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