Calles y plazas

Las frecuentes guerras del siglo XIX tuvieron un gran impacto en la vida musical tanto en Europa como en América. Las incipientes sociedades musicales se veían forzadas a cerrar en tiempos de guerra; los conflictos entre la Iglesia católica y los liberales disminuyeron el papel de la música en la iglesia que durante los siglos XVII y XVIII se había encargado de organizar procesiones y celebraciones musicales.

Sin embargo, la música también tenía un papel importante en la guerra, y los ejércitos contaban con bandas que hacían parte de las campañas militares. Hacia mediados del siglo XIX, las bandas militares más grandes, conocidas en Colombia como bandas «de armonía» o «de música», tenían también un papel relevante en tiempos de paz como parte de los espectáculos públicos en los que reemplazaron a las orquestas de las iglesias y a los conjuntos de ministriles.

Estas celebraciones públicas incluían los eventos destacados en la vida de los reyes y las celebraciones de la Independencia durante la República. Los eventos públicos servían para afirmar la identidad colectiva de la nación y allí la música, tanto vocal como instrumental, también cumplía un papel central. Otra celebración importante en toda América, que se extendió desde el siglo XVI hasta comienzos del siglo XX, era la procesión de Corpus Christi, una celebración en la que se presentaban grupos de indígenas, bandas militares, carros alegóricos, la orquesta de la iglesia, y las autoridades civiles y militares.

Las bandas también ofrecían presentaciones públicas o retretas en los parques con un programa que incluía oberturas de óperas, contradanzas, pasodobles y los populares valses de Strauss.