Acordes, cadencias y textura

Una frase musical se construye partiendo de un acorde estable, o de tónica, y alejándose del mismo para acumular tensión hasta el punto máximo, un acorde de dominante, que a su vez libera esta tensión al volver a la tónica. Este movimiento de dominante a tónica que libera la tensión armónica se llama cadencia.

La textura se refiere a las diferentes maneras en las que se pueden organizar las líneas melódicas. La palabra textura nos hace pensar en las telas o textiles, cuyos componentes son varios hilos independientes que se tejen para construir una superficie; en algunos tejidos los hilos se pueden distinguir claramente, mientras que en otros no. 

Los tipos principales de textura son los siguientes:

• Monofonía: en ella solo existe una línea melódica sin acompañamiento, sin importar el número de instrumentos que la ejecuten, como un solo hilo compuesto de muchas fibras iguales.

• Homofonía: se da cuando hay una línea melódica principal que se acompaña con otras líneas melódicas secundarias. Esta es la textura más común en el periodo clásico y en la música popular, en la cual la voz lleva la melodía y se acompaña con guitarras, pianos, acordeones, etc., semejando un bordado en el que una figura principal sobresale del fondo. 

• Polifonía: cuando hay dos o más líneas melódicas que son igualmente importantes, hablamos de polifonía. En la polifonía, las diferentes líneas melódicas se superponen y se complementan para producir armonía; aquí, todas las líneas son igual de importantes y se complementan en su interacción, como una trenza o un tejido con varias fibras independientes y complementarias.

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